Unidad temática: Historia
La Edad Media en Europa y el acontecer de Oriente en esta época
Competencia a desarrollar:
-Comprensión del tiempo y del espacio históricos.
-Manejo de información histórica.
-Formación de una conciencia histórica para la convivencia.
Aprendizajes esperados:
-Señala la duración y simultaneidad de las culturas de Europa y Oriente del siglo V al XV aplicando el término siglo y las ubica espacialmente.
-Explica las causas y consecuencias de la caída del imperio romano de Occidente.
-Analiza los rasgos de la organización social, forma de gobierno, economía y religión de las sociedades feudales.
-Identifica las características económicas y políticas del Imperio bizantino y su importancia para la difusión de la cultura entre Oriente
y Occidente.
-Distingue la importancia de las Cruzadas para el desarrollo del comercio y el intercambio cultural entre Europa y Asia.
-Señala el origen, las características y la expansión de la civilización
islámica.
-Identifica algunos rasgos de las culturas de Asia del siglo V al XV y
sus aportaciones al mundo.
-Investiga aspectos de la cultura y la vida cotidiana del pasado y valora
su importancia.
Primeramente presentaríamos la línea del tiempo del periodo para observar sus características generales.
Primeramente presentaríamos la línea del tiempo del periodo para observar sus características generales.
Posteriormente para ver las causas y consecuencias de la caída de Roma analizaríamos los siguientes dos videos:
Incluido el siguiente juego interactivo
Para el siguiente tema del análisis de gobierno feudal implementar un esquema piramidal y un mapa conceptual para conocer los aspectos que lo integran.
El imperio bizantino
Después la película de cruzadas haciendo una reflexión posterior
Para abordar el Islam los siguientes videos:
Los aportes de la edad media en el Bizancio, Europa e Islam
Aportaciones de India, China y Japón
India
China
Japón
Los tiempos de la peste
La peste a lo largo de la historia se ha erigido como una enfermedad paradigmática en cuanto a su capacidad de diseminación en una determinada población. Aunque, como parece lógico, es difícil de constatar, se estima que a lo largo de la historia han muerto de peste más de 200 millones de personas, convirtiéndose así en la enfermedad infecciosa más letal de todas las conocidas hasta la fecha.
Aunque existen datos que nos llevan a pensar que algunas reseñas históricas pudieran referirse a la peste, la primera referencia al respecto data del siglo VI, siendo conocida como peste de Justiniano. Procopio de Cesáreadescribe perfectamente sus características clínicas, su origen y su diseminación. El brote se originó en Pelusium, cerca del actual canal de Suez, desde donde se diseminó hasta Alejandría, para posteriormente alcanzar Constantinopla en el año 542. Este patrón de diseminación es constante en muchas de las enfermedades producidas en aquel momento (Etiopía, Egipto, y bajando por el Nilo, Alejandría y distintas ciudades del litoral mediterráneo), aprovechando para ello el comercio fluvial y de cabotaje existente. Este brote presentó ciclos de mayor y menor letalidad, con fases de entre 8 y 12 años, declinando finalmente hacia el año 700. Tuvo importantes repercusiones sociales, religiosas y políticas.
Desde el siglo VIII al XIV Europa estuvo libre de enfermedades pandémicas, quizá debido a la disminución de la población como consecuencia de las pandemias anteriores. El brote de peste mejor documentado de la historia fue el que se produjo en la mitad del s. XIV, gestándose como un primer intento de guerra biológica. En aquella época la península de Crimea (en la ribera norte del mar Negro) estaba ocupada por distintas tribus de mongoles (tártaros), que mantenían relaciones comerciales con genoveses y venecianos, que a su vez mantenían entre sí una dura pugna comercial. En el año 1340 los tártaros, aliados de los venecianos, se enfrentan con los genoveses, que se ven obligados a refugiarse en la ciudad de Caffa (actualmente Teodosia). Entre los tártaros se desata un brote de peste y las bajas producidas son catapultadas al interior de la ciudad. Al levantarse el sitio, los genoveses diseminan la enfermedad por todos los puertos donde recalan. Según distintos cronistas, una buena parte de la tripulación de los barcos yacía ya muerta en cubierta al llegar a Constantinopla. Otras naves continuaron el viaje hasta Mesina (Sicilia), donde se les impidió entrar, aunque ello no evitó que buena parte de las ratas abandonaran el barco y diseminaran la enfermedad entre la población local. Desde el sur de Italia, la peste se diseminó hacia el norte, penetrando en Suiza, Baviera y los Balcanes. Otras naves continuaron hasta Marsella, desde donde penetró la enfermedad por toda Francia, España y Portugal. Era tan grande el número de las víctimas mortales que el papa Clemente VI, que tenía su sede en Aviñón, consagró el río Ródano para poder echar en sus aguas los cadáveres que no podían ser enterrados. En 1348 la peste vehiculada por los barcos atravesó el canal de la Mancha y llegó a Inglaterra, y desde allí al año siguiente a Bergen, en Noruega. Toda Escandinavia, Alemania y Polonia fueron infectadas. De esta manera, la peste retornó a Rusia, de donde había partido, en el año 1351. Curiosamente, no la alcanzó por la vía directa del norte, mucho más próxima, sino utilizando para ello las rutas marítimas de intercambio comercial (Mediterráneo, Atlántico y mar Báltico) tras una gran vuelta.
Por último la influencia musulmana